Mis recuerdos de ese día

por marian Jue Jun 16, 2011 5:06 pm

Amigos:
Cada vez que se recuerda esa terrible matanza y los episodios de ese día, vuelven a mi memoria lo vivido y evidentemente grabado de ese terrible día, y los que siguieron.
Seguramente para algunos de Uds, con mayor militancia peronista, ésto que viví no revestirá demasiada importancia. Sólo decirles que a lo largo de los años, y con mayor conciencia política pude apreciar, la gravedad de lo sucedido, y claro, lo que ese año, hizo que cambiara nuestra historia.
Yo tenía 14 años, y como hija de españoles, poco o nada se tocaba el tema político, o si se lo hacía, era entre mayores. Pero sí tenía una querida y encantadora vecina (de esas de antes que comparten hasta la comida del día, por sólo el gusto de compartir, que venía a verte y/o cuidarte cuando estabas enferma, te contaba historias, y en mi caso películas argentinas) Doña Laura se llamaba y yo la amaba, y escapaba a su casa siempre que podía. Ella me enseñó a tomar mate, y a saber un poco del peronismo. Militante ferviente, asistía a una cercana unidad básica, por lo que yo también por lo menos, adquiría un sentido de justicia, que nunca me abandonó por suerte.
Yo asistía a un colegio de monjas (no de las fanáticas Gracias a Dios), pero sí muy cercano a Plaza de Mayo, a dos cuadras del Ministerio de Obras Públicas, y a otras tres de mi casa. Y mi padre trabajaba a cinco cuadras de la Plaza. A media mañana las monjas nos avisan que nos vamos retirar más temprano, y que los padres nos retirarían. Obviamente ninguna de las alumnas tenía idea del porqué, pero que si algo grave pasaba. Mi padre vino corriendo y nos llevó a casa.
A los minutos, comenzamos a escuchar la radio, y a mi vecina que iba de una lado al otro puteando a los gritos, desesperada sin poder hacer nada. Desde mi patio se veían pasar los terribles aviones en dirección a la plaza, a descargar su mortífera carga. Se escuchaban los bombazos, y todos, sin diferencias entendíamos que eran emisarios de muerte, pero claro, nunca la magnitud de lo que estaban haciendo. Mi madre desesperada, porque mi papá, como buen asturiano testarudo, había vuelto a su trabajo. Luego él nos contó que al pasar delante del Ministerio de OP, pasaron dos aviones en vuelo rasante, y descargaron sus metrallas. Afortunadamente ahi nadie salió herido, pero sí cuántos inocentes en la Plaza y cercanías, cayeron ese día, nunca reconocidos, nunca hasta hace pocos años, reivindicados.
Luego de aquel desastre, mis recuerdos más vívidos, son, el paseo obligado de los porteños, aunque parezca macabro, era ir a la Plaza, y alrededores, a mirar las marcas de la metralla en las paredes de la zona. Y mientras unos mirábamos semejantes marcas, también las h de p, de las señoronas pasaban a los gritos festejando semejante atrocidad. Ahi nos dimos cuenta con mi amiga, que eso no era un paseo, era maldad pura y exclusiva. ¿Cómo pasar cantando y festejando por donde tantos habían muerto? ¿Hasta donde puede llegar el odio?
Y mi último recuerdo vívido fue cuando una prima de mi padre vino a casa, (asturiana pelo....) festejando y hablando mal de Eva, ante mi padre que no opinaba!!!
Y oh!!! sorpresa para todos, yo una pendeja de 14 años, (recuerden otra época, a los mayores no se le contestaba!!!), me puse loca, no la insulté, pero le dije todo lo que mi corazón adolescente y con sentido de justicia, me permitió, tanto dije, que la vieja se quedó muda, y mis padres, ni me pararon ni me retaron. Poco duró su visita les aseguro. jajajajNunca pensó que una pendeja iba a salir con semejante desplante.
Bueno ya está mi recuerdo, vaya ésto en recuerdo de esos muertos no reivindicados, y en honor a mi vecina, que sin querer me había enseñado a luchar contra la injusticia, y a defender ciertos principios.
Perdón amigos, y un saludo respetuoso.